domingo, agosto 12, 2007

GABO FERRO - NICETO CLUB - 10 DE AGOSTO DE 2007

A QUIÉN FUI A VER Y EN DÓNDE

Gabo Ferro, uno de los mejores cantantes del panorama actual del rock argentino, y autor de dos de los mejores álbumes de rock de este último quinquenio, se presentó en Niceto Club antes de emprender una gira por los Estados Unidos.
Niceto es un hermoso lugar. De los locales donde se presentan artistas que no son muy masivos, es de los mejores. Con una onda disco de los 80, salvo por las mesas que nunca se corren cuando empieza el recital -conozco otros lugares donde sí, pero ya hablaré de esos cuando visite alguno de ellos.

Tocó temas de los dos discos que conforman su discografía actual, Canciones que un hombre no debería cantar y Todo lo sólido se desvanece en el aire, más algunos otros, adelanto de su tercer álbum, que según comentó en el recital de anteayer, ya lo terminó de grabar y, más importante para quienes vamos a recitales de este joven artista, en octubre en La Trastienda, local ubicado en Balcarce 460, a las 24 hs., presentará este nuevo disco.

BREVE BIOGRAFÍA

Gabo Ferro, para quienes no lo conocen, integró la banda de hardcore Porco en los 90. Era su cantante, hasta que el modo de cantar en esa banda le dejó sin voz (o al menos esa es la leyenda), y por 4 años se retiró de la música, período en el cual se graduó en Historia y fue docente universitario e investigador.

Si bien muchos dicen que cambió su registro, para mí lo que cambió fue el estilo musical con que encara los temas. Pues su voz sigue siendo igual de potente, clara, variada, de un registro tenor agradable, al que la experiencia le ha agregado más coloratura aún al mismo, y los estilos musicales, mayor libertad para cantar.

Es obvio, también, que esto se nota en Gabo, libertad. Sutileza. Alegría. Reflexión, no sólo como una mirada hacia él mismo sino hacia la realidad que le rodea. Como profeta actual, mira su propia historia para reinterpretar la historia de este país, de su sociedad, del mundo, y a partir de allí ver que hay caminos que se han transitado, sea por nosotros o por otros, que no nos traerán resultados felices, y él lo expone con crudeza, sea una crítica social o una historia de amor. Y cuánta falta hace un artista como él, comprometido y que el compromiso no sea solo una banderita para salir en TV o para aparecer en la foto al lado del presidente.

Y ahora, con un estilo musical y un modo de cantar que me hace acordar a la lírica de las canciones de Miguel Abuelo en Buen día, día (su disco solista) y al Pedro Conde de Sin presupuestos, se nota que encontró su voz, y la verdad, le sienta bien.

EL SHOW

Ahora su repertorio es más acústico que otra cosa. Aunque en el escenario de Niceto, su show fue bastante eléctrico (dentro de lo eléctrico que se puede ser con músicos que tocan mayormente guitarras criollas y acústicas, bombos legüeros, violín, contrabajo y piano, aunque a veces agregaron algunos teclados y una batería acústica y otra programada), revolearon aires de chacarera, zambas, cuecas, valses... y música electrónica.

La banda era nueva -el contrabajista y el pianista no son los que suelen acompañar a Gabo- pero musicalmente no se notó, salvo en temas muy puntuales donde a veces no entraban todos los músicos en el instante exacto que tenían que entrar. También hubo músicos invitados, como el Círculo de Guitarras de Buenos Aires -banda que algún día tendría que hacerme tiempo e ir a ver, porque tienen un sonido alucinante, al menos en lo poco que escuché de ellos en vivo y en algún programa que vi en TV hace años, y que recordé cuando los vi anteanoche-, del que fue parte, por ejemplo, Fernando Kabusacki, y Lisandro Aristimuño (a quién conoció Gabo en un recital que dieron el mismo día en el Centro Cultural Favero, de la ciudad de La Plata, hace un tiempo).

Pero sobre todo, se vio a un artista contento, feliz, que transmitió esa alegría a los músicos y al público, que felices bailaron y saltaron. O pensando en qué estaba uno pensando cuando se olvidó la cámara de fotos sobre la mesa, cuando la lleva hasta para ir al trabajo, como este menda. Je, hay de todo :D

Sigo. Se agradece, sinceramente, un artista feliz. Estaba, se notaba, excitado por su pronto viaje a nuestra Madre Patria de los 90 (sí, Estados Unidos). Y por la cantidad de gente que fue a su recital despedida (en verdad, donde estábamos los que estábamos parados -pegados al escenario, que se elevaba cerca de 1,50 del suelo- no cabía un alfiler).

Lo lamentable, como dije por ahí, fue que no llevé la cámara. La verdad, el lugar se daba para sacar buenas fotos, y en muchos escenarios eso no es posible. Porque en la medida de lo posible, el recital fue una fiesta, donde Gabo Ferro trató con respeto al público, devolvía los chistes que le tiraban desde el público, hacía bromas con sus músicos, y se lo veía sereno y centrado.

Esperemos ahora que la gira por Yankilandia le resulte todo lo buena que este artista se merece que sea, y que vuelva con nuevos bríos a presentar su nuevo material.

Un saludo y gracias por leerme.

4 comentarios:

Luz dijo...

que buen comentario. felicitaciones. yo estuve ahi! lo pasamos increible no? recorda La Trastienda!

Luis dijo...

¡Buenos días, Luz! Perdón por lo tarde en días de dar a conocer tu comentario, pero me tomé unos días de descanso.

La verdad, fue un gran show, casi diría, una fiesta.

Espero que le vaya muy bien por Estados Unidos a Gabo, y que venga con las pilas recargadas :)

Saludos y gracias por tu visita

Ariel dijo...

Hola, llegué casi casi por casualidad a tu blog. Ya que pusiste que algún día tendrías que hacerte tiempo e ir a ver al Círculo de Guitarras de Buenos Aires, te invito este sábado a las 18:30 a vernos en la Escuela del Sol.

Suerte, A.

Podés ver bien la dirección en www.myspace.com/buenosairesguitarcircle

Luis dijo...

Upssssssss... Creo que estoy leyendo tarde esta invitación. ¡Perdón! Seguro está mejor que la conferencia de prensa de la Presidenta.

Ahora mismo entro al sitio y veo cuando vuelven a tocar.

Abrazo grande