sábado, junio 30, 2007

FLOPA - THELONIOUS CLUB - 27 DE JUNIO DE 2007

De vez en cuando, uno tiene que tomarse un tiempo de relajo entre el estudio el trabajo, y las visitas semanales a los distintos médicos. Así que el miércoles pasado hice un alto en la huella, y fui a un recital.

Y ya que estamos, paso a informar (para los amigos que siempre tienen la amabilidad de pasar por aquí) de la reinauguración del blog de fotografías y aledaños. Aprovechando el pequeño descanso entre cumplir con todas las cosas para la facultad y el tener que empezar a encerrarme de nuevo a estudiar para finales, hago esto para un blog que dejé bastante colgado. En esta ocasión, fotos del recital de Flopa.

Finalizando un ciclo de conciertos del que participaron Juan Ravioli y Flopa en el Thelonious Club, se presentó esta última artista los últimos dos miércoles de este mes que hoy termina.
Con la cantante, guitarrista y autora de la mayoría de los temas que se escucharon en el concierto Flopa, alias Florencia Lestani :D, el guitarrista Fernando Kabusacki, el pianista y en algunos temas como baterista Juan Ravioli, y de Marcos Rocca en bajo, dieron un concierto sólido, casi sin fisuras, por momentos acústico, pero que dieron constancia de la fuerza de esas canciones por sí solas, que hacían mover el pie simplemente con el ritmo de las guitarras, el bajo y el piano.
Quién escucha el programa de radio Mal Elemento, no le resultan desconocidas las trayectorias musicales de gente como Flopa, Kabusacki o Ravioli. Así que digamos que en vivo confirman lo que uno escucha a través de sus discos (los que tienen editados discos propios), o en grabaciones de recitales, o con otros grupos, o acompañando a otros artistas.

Hablemos de Flopa, la artista principal. Integrante del trío Mata Violeta en los 90, y de Barro, un poco más acá, grabando un álbum fundamental que pocos conocen ahora, pero que aportará mucho en el futuro como es la unión de esta artista con Ariel Sanzo (Minimal) y Mariano Esain (Manza), en un trío y un álbum llamados Flopa Manza Minimal, tiene unos temas bellísimos, es una muy buena guitarrista, y la verdad que, creo, si no fuera por esa extraña tendencia a que lo mediocre domine la escena musical argentina (y lo mediocre tanto de Argentina, como de otros países), sería una artista mucho más reconocida. Aunque si las grandes radios, léase Rock And Pop, Mega, FM100, FM Hit, pasan o rock chabón, en que si la letra puede llegar a ser medianamente interesante en algunos casos, musicalmente no es nada nuevo ni creativo (o es mediocremente creativo), o ese pop vacío de contenidos, con letras que no dicen nada y una música que parece hecha para lavarropas, con artistas internacionales que amenazaban ser importantes dentro de la música pero que en cambio, se quedaron en el negocio de la música como el aspecto al que mayor importancia ahora le dan... bueno, eso, no hay espacio para buenas canciones.
Y Flopa está llena de hermosas canciones, tristes a veces, certeras casi siempre en su mirada sobre las relaciones de las personas entre sí, o en miradas sobre situaciones externas a ella. Por sobre todas las cosas, llenas de poesía musical, de frases que no suenan a oídas otras veces, de miradas nuevas o al menos, de perspectivas no transitadas con asiduidad, y que resultan, por tanto, novedosas. Y esto, que a simple vista puede parecer un ejercicio fatigoso, termina transformándose, por eso mismo, en un juego donde se ejercitan tanto el artista, que termina en esa búsqueda encontrando un lenguaje más personal, más identificatotio de sí misma, como el oyente, que se arriesga a, probablemente, no entender cabalmente lo que el artista quiere expresar de una sola vez, y de esa manera, el también entra en un movimiento en aras a la compresión de aquello que se oyó. Ejemplos de esto son Ilusión, la intimista Arco Primordial, o esa canción que ese día me tocó profundo, Valientes de certeza.

Acompañándola estuvieron (y están) varios músicos reconocidos del actual "under" porteño. Fernando Kabusacki, un guitarrista que por talento debe ser de los mejores de la escena del rock en Argentina, desplegó su talento en su guitarra eléctrica. Acompañado por una pedalera configurada con variados efectos, que los hizo escuchar a lo largo del recital, tocando con igual destreza tanto en los momentos más íntimos, como en los temas más roqueros (y salvo, claro, cuando Flopa hizo un set de diez, quince minutos, acompañada solo por su guitarra -sinceramente, quisiera verla algún día tocar el bajo, que dicen quienes la escucharon en Mata Violeta que era una gran bajista, porque como guitarrista me gustó y mucho).
Pero, aquí mi sorpresa, el bajista Marcos Rocca me sorprendió gratamente. Supongo que alguno habrá dicho algo de él antes y yo no lo recuerdo, pero es un GRAN bajista. Como comenté en el recital de The Excuse que fui hace casi como un año, una cosa que me divierte hacer mientras estoy en un concierto, es escuchar cada instrumento por separado. En todo momento, Rocca hizo gala de controlar su instrumento y de jamás ejecutar su instrumento para el lucimiento propio, sino que tocaba las notas que tenía que tocar, aportando a la belleza del tema, sacando el jugo de ese puñado de perlitas que Flopa compuso y que se escucharon en este recital.
Juan Ravioli ya lo conocía de un par de temas que pasaron en Mal Elemento, y demostró (si tenía que demostrarlo, je) que es un buen pianista, aportando un tono cálido a temas, como dije, teñidos muchas veces de melancolía urbana y personal. Va a estar interesante ir a verlo (planeo para más adelante, por este semestre ya cubrí mi cuota de recitales :D).

Interesante es también el Thelonious Club. Si no fuera porque se presentaba Flopa, y tenía desde hace muchísimo tiempo, ganas de ir a verla (yo me tomo mi tiempo para todas las cosas, qué le vamos a hacer :D), jamás hubiera conocido este lugar.
El bolichito presenta un aspecto acogedor, con una iluminación y una coloración en general cálida del lugar, pleno de colores. Vi el recital desde un sofá que estaba en primer lugar frente al escenario. La entrada no fue cara para el recital ($ 10), y la consumición, si bien no es un regalo, es buena y no cuesta caro en comparación con otros negocios cercanos. Bueno, debe uno pensar que si no, no iría nadie si cobraran caro todo. Aunque algunos piensan que sí y después se quejan si no va nadie.

Y para concluir, repetir que el recital me gustó mucho. Estaría bueno que siguiera tocando con regularidad, y que para los que gustan de una especie de folk rock, o rock del más genuino sin caer en la mediocridad que uno puede ver en grupos como Los Ratones Paranoicos y sus émulos acá de Argentina, o en la mayoría de los grupos de rock que llegan de Uruguay o de España (bueno, del poco rock que llega de España, porque ni Daví Bisbar ni Alejandro Sanz o La Oreja De Van Gogh lo son).

Y bueno, es una chica. Desde hace mucho tiempo, son de las pocas que traen aires frescos al cansado panorama de la música rock a la Argentina (aunque la mejor que teníamos entre nosotros ahora viva y grabe en Estados Unidos, como es Érica García).
Y de mi parte, un placer que todavía de estos artistas se pueda disfrutar, dado que la persecución que levantó Telerman contra todos los espacios donde tocan habitualmente músicos de rock, hizo desaparecer muchos lugares donde tocaban los músicos under.

Saludos y gracias por leerme.